"Cuando recibimos a la Chinita en la Catedral sentí una bendición. La Chinita me curó, yo estaba enferma y tenía una depresión severa diagnosticada muy fuerte, pero lloré tanto en esa misa que poco a poco fui liberando y ahora me siento tranquila, feliz y sana".

"La presencia de la imagen de la Patrona zuliana es volver a experimentar esas sensaciones de lo autóctono, de transportarse a esos momentos y experiencias familiares que tenemos los venezolanos. Le pido a mi Chinita unión familiar y mi deseo con todo corazón es que Venezuela cambie".

“La tablita nos da brinda una bendición."
Los zulianos Richard Romero y Marisol Luzardo, coincidieron en que la llegada del retablo de la
Patrona del Zulia a Barranquilla “nos trae muchos recuerdos que nos brinda una bendición en un
país diferente, pero donde tenemos que seguir un nuevo camino".

David Ríos de 23 años, es un joven emprendedor que formó una academia de baile “Danz
Academy”, donde imparte clases a venezolanos y colombianos.
“La Chinita me trajo mucha felicidad, sentirla tan cerca es maravilloso y estamos agradecidos
detenerla con nosotros”.

Patricia Medina González es caraqueña; pero tiene un gran amor por el Zulia y la Chinita.
“Yo no soy maracucha pero mi crecimiento personal por la cultura zuliana no tiene comparación.
Tengo tres hijos y el mejor recuerdo de Venezuela que tiene el mayor es Maracaibo”, cuenta con
nostalgia mientras acaricia la réplica de La Virgen".

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